Hablemos del pomelo, una fruta cítrica cuyo sabor amargo indica una alta concentración de sustancias muy beneficiosas para el corazón.
Beneficios para los vasos sanguíneos: El sabor amargo del pomelo se debe al flavonoide naringenina. Este compuesto ayuda a prevenir la oxidación del colesterol, que es un paso crítico en la formación de placas ateroscleróticas, manteniendo la elasticidad de los vasos sanguíneos.
Cómo refrescarse: el pomelo estimula suavemente los procesos metabólicos.